Poco ha tardado Huntelaar en hacer sus primeras declaraciones como jugador del Milán. Como era de esperar, y tras su corta estancia en el Real Madrid, después, donde se le fichó a bombo y platillo y se le ha echado casi a empujones, el delantero holandés no ha querido quedarse callado y ha soltado varias lindezas.
“No se han portado con el estilo que merece el club”, “ellos querían decidir donde tenía que ir” o más aún: “no han tenido consideración conmigo y han logrado que me sienta inútil”. Explosivas manifestaciones de Huntelaar, llenas de razón, donde la única culpa del internacional orange fue irse con ilusión el pasado invierno a uno de los mejores equipos de Europa.
Tengo muy clara una cosa, y es que por Huntelaar, al Ajax no le faltaban ofertas. Aquí el gran perjudicado ha sido el futbolista, que ha visto como su caché en seis meses ha caído en picado, cuando el pasado invierno era uno de los atacantes más cotizados del continente.
Por rendimiento no será, ya que en ningún momento ha dejado de ser rentable. 64 partidos y 47 goles en las dos últimas campañas es una cifra que no está al alcance de cualquiera, y viendo la tradición que tienen los jugadores holandeses en el club rossonero, con minutos y confianza al jugador puede convertirse en un gran fichaje.
De la gestión del Real Madrid queda este caso, absurdo, ya que el club blanco ha llegado a tener en nómina hasta 6 delanteros centro, excesivo número, y de estos, 3 de ellos fichados en un periodo de tiempo cortísimo.
La verdad es que la venta era necesaria, pero el error no viene de ahora, sino de la insensatez de gastarse 18 millones de euros en un futbolista, para después recuperar tan solo 13. Con Raúl e Higuaín en plantilla, más las posibles incorporaciones de algún canterano, no debería haberse producido esta situación, pero como todos sabemos, el año pasado, la casa blanca era más bien la casa de los líos.
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