Por fin tiene Guardiola al jugador que tanto ha pedido y deseado. Chygrynskiy ya es prácticamente jugador del Barcelona, a falta de confirmación oficial. El entrenador barcelonista puede estar contento, porque contará con un jugador que se podría decir, ha pedido él exclusivamente.
Incluso las recientes declaraciones de Beguiristáin, apoyando las palabras de Guardiola, dando los mismos argumentos para fichar al ucraniano, han demostrado que las decisiones que tome el entrenador son tomadas muy en cuenta, aunque con mucha cautela, sin llegar a responsabilizar a Pep, en ningún momento, y públicamente, del fichaje del central del Shakhtar.
Como siempre he dicho, una apuesta complicada, además de carísima, que tendrá que dejar en el banco a Puyol, Piqué o Márquez para justificar un fichaje de nada más y nada menos que 25 millones de Euros, una cantidad exageradísima para un defensa central.
Máxima presión para Chygrynski, e incluso para el mismo Guardiola, que se ha cansado de pedir refuerzos en una posición, que para mí ya estaba bien cubierta, dejando claro que el brasileño Henrique no le servía para su nuevo proyecto, pero sí en cambio el ucraniano.
Los argumentos dados? Según Pep, que sabe que es lo que debe hacer cuando tiene el balón en los pies. Sin quererlo, ha mandado un dardo envenenado a dos de sus descartes más recientes, el nombrado Henrique, y Martín Cáceres, defensas centrales que deberán marcharse, madurar y progresar muchísimo para tener un sitio en el once de Guardiola en un futuro.
Demasiados millones gastados en los últimos años, en una posición en la que aparte del talento, es muy importante saber soportar la presión de un club tan grande como el Barcelona. Desde Márquez, un fichaje ya lejano, sólo Puyol y Piqué han triunfado plenamente en el equipo, dos futbolistas que conocen muy bien los entresijos del club, y que lógicamente, es algo más fácil para quien conoce la casa.
Como decía, un fichaje muy arriesgado, ya que necesitará un periodo de adaptación, superar la gran competencia que tiene en su puesto, y demostrar con creces que está capacitado para vestir la camiseta azulgrana. Mañana, curiosamente jugará su último partido con el Shakhtar, en la final de la Supercopa de Europa, ante… el Barcelona, su próximo club.
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