Sin lugar a dudas, fue el justo campeón. A este equipo que ha practicado un futbol pocas veces visto en cuanto a calidad y vistosidad, se le resistió el pasado fin de semana la Liga, pero esta Copa, un partido a muerte con las dos aficiones volcadas con su equipo, lo ganó el mejor y más fuerte.
El Athletic despertó de su sueño, un sueño que duraba desde el día que se clasificaron para esta final, y que se encargó de alimentar Toquero con el primer gol del partido, en el minuto 9 y a la salida de un córner. El partido empezaba a pedir de boca para los de Caparrós, que sabían que casi la única manera de meterle mano a los catalanes, era marcando primero. El Barcelona está cómodo al ataque, teniendo la iniciativa, pero no lo está tanto si se sienten obligados a marcar un gol. El juego del Barcelona es más que eso. Está por encima del marcador, puede jugar bien en cualquier fase del partido, pero puedes herirle con un gol y cortocircuitar por momentos la imaginación culé.
Así sucedió, y el Barcelona no se sintió ligero durante muchos minutos, circulando el balón lentamente, atacando, encontrándose con un muro y soportando contraataques no peligrosos realmente, pero que podían ser definitivos. Hasta aquí todo, porque Touré decidió dar un paso adelante, dejarse de remilgos y toquecitos, para dejar su sello personal. Posiblemente del centro del campo para adelante el menos dotado técnicamente, pero para empatar este partido hacia falta lo que puso el marfileño. Desde la posición de central, sin clara opción de pase, alarga la zancada hasta el borde del área, habiendo sorteado a dos contrarios, y suelta un latigazo que se cuela pegado al palo de la portería de Iraizoz. Si, el tiro lo desvía un defensa, pero fue un autentico golazo. A destacar uno de los recortes del Africano en su carrera hacia el gol. Impresionante.
Y el Athletic pareció asustado. Había hecho lo más difícil y se les veía sin confianza para volverlo a lograr. Además, los de Guardiola recuperaban la confianza y con ella, este equipo es casi casi, imbatible.
El final de la primera parte contentó más a los Bilbaínos, ya que el Barcelona puso más de su parte para intentar adelantarse en el marcador, así que lo mejor que podía pasar para el Athletic era que el árbitro pitase el final de la primera parte. Así sucedió sin claras ocasiones pero si de dominio total azulgrana.
Y en la segunda parte llegó el desenlace, se veía venir viendo jugar a los dos equipos. Tras 10 minutos de tanteo, llego la locura para los Barcelonistas. Otros mismos minutos pero de locura, de festival goleador y de juego de toque. Messi, tras aprovechar un rechace a fuerte centro de Eto’o, ponía por delante a su equipo, con lo que hundía totalmente a los Vascos. A partir de aquí el Athletic desapareció de Mestalla. Le siguieron rápidamente un bonito gol de Bojan, que marcaba un decisivo gol, reivindicándose, ya que daba la puntilla al Athletic, y redondeaba la goleada Xavi, con un magistral tanto de falta, por toda la escuadra.
El resto del partido se jugó, y podría no haberse jugado. Daría igual porque los bilbaínos no pudieron superar el duro golpe de la derrota, y vieron pasar la pelota circular, prácticamente al trote. Hasta el fin del partido.
FINAL. Primer título de la era Guardiola, premio al buen futbol, y la ciudad ya puede disfrutar de la noche que se le privó a última hora el Sábado.
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