Metido por completo en polémicas durante la semana, Zlatan Ibrahimovic ha encendido aún más los rumores que le sitúan fuera del Inter para la próxima temporada.
En el último partido ante el Siena, Balloteli marcaba el segundo gol para el Inter, mientras que el delantero sueco se quejaba airadamente por considerar que estaba en mejores condiciones para marcar, y no contento con eso, esto ya según los diarios, alegó tener una lesión para no seguir jugando el partido. Lo cierto es que Mourinho le pasó por alto, y no se sí para escarmentarle o no, sustituyó al portero en el último de los cambios. Curiosamente, Ibrahimovic acabaría marcando el tercero de los neroazzurros.
No por este incidente vamos a determinar que el jugador se quiera marchar, pero sí que opino que los clubes dispuestos a ofrecer una fortuna por él, tengan en cuenta la personalidad del crack.
Futbolísticamente hablando, Ibrahimovic es un superdotado. Físicamente un privilegiado, gran rematador, muy ágil y rápido para su altura y con regate digno de los mejores dribladores del mundo. Un jugador atípico por su planta, lo mejor de los rematadores puros más la calidad de los virtuosos.
Pero como decimos, un jugador que se pelea con la mayoría de sus entrenadores, que se encara con la afición y sus compañeros, debería también mirar por sí mismo y comenzar a madurar. Según comentan los medios, desde que tuvo a su hijo se le ha notado un cambio, pero sigue teniendo esos episodios de divismo que debería empezar a controlar. Tampoco es de recibo declarar cada cierto tiempo que no quiere estar en un equipo mucho tiempo.
Posiblemente uno de los mejores jugadores del mundo, pero con un carácter difícil y que debería amueblarse mejor la cabeza.
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