Qué manera más bonita de terminar su etapa azulgrana. La última temporada de Silvio Mendes Campos, “Sylvinho”, se convirtió en un sueño hecho realidad, es la más grande jamás vivida por el Barcelona en toda su historia.
Por todos es sabido que el lateral brasileño no va a renovar su contrato, a final de la presente campaña. Sylvinho ha tenido a lo largo de la temporada un papel más que secundario, pero siempre dispuesto a ayudar y hacer lo que el entrenador le encomendase en los pocos minutos de los que disponía.
Por eso, siempre preparado, sin hablar fuera del campo, cumpliendo perfectamente con su trabajo, y con muchísima regularidad se ha ido ganando el cariño de los aficionados. Un cariño que ya tenía desde hace tiempo, pero que Sylvinho no había podido devolver en el terreno de juego.
La oportunidad le llegaba hoy, en el partido más trascendental de la temporada y uno de los más importantes de la historia del club. No pudieron los nervios con él y se mostró como uno de los jugadores más serenos durante el encuentro. Sin jugarse ni un solo balón, no tuvo problemas defensivos y cumplió perfectamente con su cometido, atacando sólo lo necesario. Cualquiera diría que eso no es nada, pero, mirándolo bien, una final sin fallos es un excelente partido. Siempre se dice que las finales se ganan por detalles. Más mérito para el brasileño, cuando se suponía que la banda izquierda era la débil del cuadro azulgrana.
No sólo se recordará a Sylvinho con cariño porque siempre estaba ayudando a sus compañeros, o porque nunca hablaba más de la cuenta si no jugaba, o por su continua regularidad. A sus 35 años y en el final de su carrera, el fué titular, en una final de Champions, del mejor Barcelona de la historia.
jueves, 28 de mayo de 2009
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