Después de escuchar a varios jugadores del Atlético de Madrid, o a algunos de sus fichajes, sobre el verdadero potencial del equipo colchonero, no puedo dejar de pensar en lo equivocados que están.
Unos dicen que este año se puede luchar por la liga, otros que hay que aspirar a ganarlo todo, pelear hasta el último momento. No sé si ellos mismos se lo creen, pero a mí me parece que este año ni siquiera la afición va a ilusionarse en demasía.
La plantilla actual es prácticamente la misma que la de la temporada pasada. Una plantilla que daba una de cal y otra de arena en la mayor parte de la campaña. Con un poder ofensivo muy alto, ya que cuenta con Forlán y Agüero, dos de los mejores delanteros del mundo, pero con el resto de la plantilla bastante por debajo de ese nivel.
Si aparte de la delantera, hubiese que destacar a alguien más, personalmente lo haría por dos jugadores que fueron importantes no hace mucho. Simao y Maxi. El portugués seguirá, ya que cuenta con la confianza del entrenador, pero por el argentino se quiere sacar beneficio, para poder afrontar el coste del resto de incorporaciones.
Ahí es donde no le veo la gracia al asunto. Vale que Maxi no rindió a un nivel excepcional la temporada pasada, pero también es cierto que es de los pocos centrocampistas de la liga, que jugando la mayoría de partidos, puede asegurarte una docena de goles aproximadamente. Un caso similar, en condiciones parecidas, a Simao.
Eso, en un equipo que depende ofensivamente de dos jugadores prácticamente, es muy importante. La venta de Maxi haría perder muchísimo gol al equipo, además de no saber a ciencia cierta que rendimiento ofrecerían las nuevas incorporaciones.
Más novedades: el fichaje de Juanito, en una posición que el club ya tenía bien cubierta, y aunque es un hombre de calidad, no debería afectar demasiado ni dar un salto de calidad a la plantilla. Reyes, cuya calidad está fuera de toda duda, pero no tanto su compromiso y regularidad. Su presencia es una incógnita, y si se queda en el equipo, su rendimiento, aún mas.
Muchas cosas deben cambiar en el Calderón si quieren luchar por algo. El Barcelona tiene un equipazo, que además cuenta con un extra de motivación que le ha dado su máximo rival con sus incorporaciones, el Real Madrid. Sobra decir que los merengues serán más que nunca, un equipo muy difícil de vencer.
La distancia de calidad entre los dos grandes y el resto aumenta día tras día, así que o el Atleti se refuerza bien, o este año estarán aun más lejos de la cabeza.
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