Me han llamado la atención las declaraciones de Florentino Pérez, en respuesta a las de Pellegrini del día anterior, diciendo que “el entrenador querrá más calidad, no más cantidad”. Hay que recordar que el nuevo entrenador del Real Madrid mostró su disconformidad por la falta de fichajes tanto en el centro del campo como en la defensa, manifestando que “faltan dos laterales y un centrocampista”. Cuanto razón tiene el chileno.
Si analizamos la actual plantilla blanca, lo que no queda ninguna duda es que faltan hombres sobre todo en las posiciones de defensa. En el lateral izquierdo, donde Heinze no parece contar, y Marcelo se ha mostrado más efectivo como centrocampista que en funciones defensivas, se ve obvio, que la necesidad es hacer como mínimo, una incorporación.
En el lateral derecho, Michel Salgado está más cerca del retiro que de otra cosa, además de no contar con la más mínima confianza del cuerpo técnico. El otro jugador disponible para esta posición es Miguel Torres, futbolista que ha dado un rendimiento discreto en las últimas temporadas.
El único jugador de la plantilla que cuenta con seguridad para Pellegrini es Sergio Ramos, que ofrece un rendimiento muy bueno tanto en el centro como por la derecha, así que está bastante claro que las necesidades del conjunto merengue son prioritarias en las bandas de la retaguardia. Como mínimo, un fichaje por cada lado. Como he dicho, el centro de la defensa está bien cubierto por los Pepe, Albiol, Metzelder o Garay.
Tengo muy claro que este Real Madrid puede ser temible en ataque, pero su entrenador es lo suficientemente inteligente para darse cuenta de que si no se hace retoques a nivel defensivo, el conjunto puede estar muy desequilibrado. Un equipo hecho para ganar, que por su particular tendencia ofensiva, y poca calidad defensiva, puede ser un coladero, débil atrás y llevar al club al fracaso.
Nadie sabe realmente como será este equipo que está formando Florentino Pérez. Por nombres la cosa pinta muy bien, pero Pellegrini sabe que este Madrid es muy vulnerable, y si es bajo su mando, no va a dejar ningún cabo suelto para que el club no alcance los objetivos marcados.
Las peleas de gallitos, de egos, las individualidades, o simplemente que a veces, y realmente, los nombres solos no hacen ganar, pueden ser una realidad el año que viene, pero por lo menos los que saben de fútbol, como Pellegrini, se preocupan de tener un equipo sólido desde donde comenzar un proyecto viable para ganar títulos.
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