Celta y Alavés, dos equipos que dieron a sus aficiones bonitas noches de futbol europeo, están a un paso del abismo. Trayectorias casi exactas pero con un año de diferencia para estos dos clubes, que después de su descenso de primera, nunca llegaron a luchar por recuperar la categoría. 3ª temporada para los vitorianos peleando en el fango de la segunda división, y 2ª para los vigueses.
El destino ha querido que dos clubes con historias paralelas se crucen, en un encuentro decisivo por eludir el más hondo de los precipicios. Una Segunda B donde quien cae, le cuesta un mundo levantarse.
Este domingo, a las 17 horas, se juega en Balaídos un partido que puede salvar al Celta y condenar definitivamente al Alavés, una victoria local, deja sentenciado el último de los lugares que quedan para determinar el descenso a la categoría de Bronce.
Con 3 puntos más, y faltando 2 jornadas al término del encuentro, con una victoria, los hombres de Eusebio Sacristán podrán respirar tranquilos, y harán un favor al resto de equipos, pero una victoria visitante, haría arder la cola de la clasificación.
En otro partido decisivo, Las Palmas, que está a 4 puntos de los vitorianos, debería ganar si no quiere meterse de lleno en esta disputa, su rival, el Córdoba, juega en casa y con una victoria se asegura matemáticamente la permanencia.
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