viernes, 19 de junio de 2009
EL MADRID APOSTARÁ POR MAICÓN, QUE PUDO SER DEL ESPANYOL
Si hay un jugador que puede discutirle a Dani Alves, el trono de mejor lateral derecho del mundo, ese es su compatriota y compañero de selección, Maicón, jugador del Inter de Milán, y uno de los protagonistas de la actual Copa Confederaciones.
Por ese motivo no me cabe duda que Florentino abordará el fichaje de este defensa, que ocupe la banda diestra de la manera más parecida a como lo hacía en la siniestra Roberto Carlos en sus tiempos mozos. –Salvando las distancias-
Fichaje complicadísimo, porque ya se ha visto las necesidades de vender del Inter de Milán, que seguramente pedirán una barbaridad por este futbolista, natural de Ciriciúma, Brasil. Las negociaciones de Ibrahimovic, por el que pide una cantidad similar a la pagada por Cristiano Ronaldo, son un claro ejemplo de ello.
Los no menos de 35-40 millones que podría costar su fichaje (basándonos como mínimo en el precio de Alves, la temporada pasada) se podrían haber ahorrado, con un poquito de planificación, si en su momento la secretaría técnica del Real Madrid hubiese estado más viva, cosa que si logró la del Espanyol, que lo tenía atado para la temporada 2004/2005.
La verdad es que finalmente, como casi siempre les pasa a los blanquiazules, se les adelantó otro equipo, el Mónaco, cuestiones de salario, seguramente. Tres millones de Euros le costó a los monegascos, y por siete lo vendieron al Inter, dos años más tarde. Cifras ridículas, en comparación a lo que está dispuesto a ofrecer Florentino por el internacional Brasileño.
Es cierto que la situación del Madrid no es la propicia para traer jugadores de equipos medios, ni hacer apuestas, sino traer a jugadores que desde el primer día sepan lo que es competir al máximo nivel y por títulos, pero no deja de llamar la atención, el despilfarro que se va a realizar en la casa blanca.
No sólo el Barcelona tendrá la presión de ganarlo todo de nuevo este año, porque la plantilla madridista tendrá que demostrar que vale lo que se ha pagado por ella, sin margen de fracaso.
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