Semana de decepciones para la selección española, que al mal trago de hoy, se le suma la eliminación de los Sub-21 en el Europeo de Suecia.
España quedó eliminada contra todo pronóstico ante la sorpresa del torneo, Estados Unidos, que se coló prácticamente de rebote en esta semifinal, y que podrá luchar por la Copa Confederaciones, en la final, ante el ganador del Sudáfrica-Brasil.
La selección salía como siempre, al toque, pero con una marcha menos de intensidad, volcando demasiado el juego hacia la banda izquierda, donde Riera intentaba una y otra vez, sin éxito, sacar algún centro aprovechable para los dos puntas de la selección, Villa y Torres.
Tanto el asturiano como el delantero del Liverpool tuvieron una noche aciaga, donde prácticamente la mayoría de remates o controles decisivos fueron errados, sumándose a la congestión que había en el mediocampo, con un Xavi demasiado atrás, y un Cesc bastante inoperante en la mediapunta.
Cuando España subió una marcha, llego la puñalada al contraataque. Error defensivo de Capdevila, y el disparo de Altidore, potente, se cuela en la portería de Casillas, después de que éste no alcanzase a desviar de manera suficiente la trayectoria recta del disparo. Parece que el meta madridista podría haber hecho un poquito más, pero el error fue principalmente defensivo.
Quedaban muchos minutos para intentar empatar el partido, pero los americanos se hicieron fuertes en defensa, y aguantaron bien el ataque español, mezcla de toque e imprecisión justo en los metros finales.
El segundo gol, a falta de 15 minutos, llegaba en pleno ataque desesperado de España. Otro contraataque rápido, y un centro que Piqué no acaba de despejar bien, acaba en los pies de Ramos, que incomprensiblemente, se duerme, y deja que un atacante rival marque a placer ante la pasividad y sorpresa, ciertamente, del defensa sevillano.
Últimos minutos, ataque con más corazón que cabeza y final del partido. El tiqui taca no es perfecto, se combate con orden y eficacia, que es lo que han demostrado los americanos en el día de hoy. También culpa de "la roja", la baja intensidad mostrada en la primera parte, antes del gol de Estados Unidos. Queda claro que ha sido una decepción, la ilusión creo que sigue intacta, pero solo con el toque no se va a ningún lado.
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