Ni antes eran tan malos ni ahora son tan buenos. Frase bastante utilizada, pero que debería usarse más para no volver a caer en los mismos vicios de tiempos pasados. En cuenta tendría que tenerlo Fernando Torres, al declarar que: “la selección española es la mejor del mundo”
Así, con actitud de creerse los mejores fue España a varios mundiales y eurocopas, y se marchó como casi siempre, sin nada. Felicitar a los campeones de Europa el año pasado, porque se lo merecieron, fueron los mejores y demostraron que valen tanto o más que otros grandes jugadores que juegan en el extranjero.
Pero para ganar un torneo grande, como un Mundial, o una Eurocopa, se necesita también grandes dosis de suerte, aparte claro, está, de talento. Un talento que le sobra a esta selección, pero que habría que tener en cuenta que cualquier día un golpe de mala suerte puede torcer toda esta euforia desmedida.
A considerar también, que sin la victoria en los penaltis, ante Italia, en el pasado Europeo, nada de esto estaría sucediendo. Es cierto que la suerte hay que buscarla, pero tampoco abusar de ella, porque cualquier día la selección española puede darse un batacazo.
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