Con aquel famoso eslogan nos camelaban las televisiones antes de los partidos, durante la publicidad, en definitiva, un apodo rimbombante para nuestra Liga, que en aquella época, si que respondía en calidad a su sobrenombre.
Pero llegaron las grandes inversiones en Inglaterra, la entrada de los petrodólares, la marcha de Florentino del Real Madrid y sus fichajes “galácticos”, además de la crisis económica que afectaba a muchísimos clubes españoles.
Se podría decir que desde la marcha de Zidane, el futbol español dejó realmente de contar con los suficientes jugadores, con la calidad o reconocimiento suficiente como para ser un reclamo mundial de primer nivel. Los mediáticos en los dos clubes importantes de España bajaron en número, y los cracks de los demás equipos marcharon la gran mayoría.
Teníamos a un Ronaldinho en descomposición, rodeado de polémicas, Messi creciendo pero intermitente por culpa de sus lesiones, Ronaldo preocupado de todo menos de su forma física y un Beckham que nunca llegó a ser decisivo en el Real Madrid.
Para la temporada 2008-2009, solo en los dos grandes del futbol español, tendremos a 14 de los 40 futbolistas más valorados del futbol mundial. Entre ellos, Messi, Iniesta, Xavi, Eto’o o Henry por el Barcelona, y Kaká, Cristiano Ronaldo, Robben o Casillas por los blancos. Y Aún pueden venir más.
Sólo he citado algunos, pero está claro que el año que viene volverá a verse verdaderamente, La Liga de las Estrellas.
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